miércoles, 30 de septiembre de 2015

Las referencias caóticas de 'The Matrix'


Neo es un empleado ordinario durante el día, durante la rutinaria vida que conlleva mientras el espacio diurno se asoma en el horizonte. Pero, una vez que las sombras se esparcen alrededor de la ciudad, un Neo completamente distinto cobra forma para destituir al empleado vestido de etiqueta.
    Un elemento, aparentemente intrascendente, define esta dualidad: la cubierta de un libro que no es realmente un libro, pero a través de la cual leemos la familiaridad de un concepto homólogo. Las palabras 'simulación' y 'simulacro' aparecen para testimoniar la actitud bipartita de Neo, su inevitable bifurcación en dos personas.
    El Neo que vive de día, es un oficinista ejemplar que sigue las reglas; el Neo que se guarece en la noche, en cambio, es un Neo que rompe todas las reglas. Tenemos, entonces, dos espacios de tiempo para atender a dos personalidades completamente distintas, y dos trabajos para satisfacer las inquietudes de dos búsquedas radicalmente opuestas.
    Cuando la luz se alza por encima del horizonte filtrándose a través de las rendijas de la ventana, la necesidad primaria de preservarse se impone por encima de la realización de las expectativas personales, las incumbencias del instinto de supervivencia acallan la necesidad de encontrar respuestas a las incognitas que despierta la vida dentro de un sistema monótono y carente de libertad.
    Pero, cuando las sombras se esparcen por los rincones polvorientos de la ciudad, cuando el ollín de las fábricas depone su emulsión diaria para darle un respiro a los ciudadanos, es el impulso de la libertad el que se impone por encima de la necesidad precaria, es el espíritu el que se sobrecoge por un momento para desplegar sus alas con el aliento de la búsqueda de respuestas.
    La segunda realidad, es una realidad equivalente a la primera, pero, al mismo tiempo, su contracara, su opuesto. Neo convive con dos personas dentro de su cuerpo, deslizándose a través de los vaivenes de una ambiguedad inevitable, y la ciudad que lo acoge, la ciudad que conoce, al igual que él, se escinde de su cara solar para revelar los insterticios de la noche. Bajo el amparo de la oscuridad Neo vivirá como realmente quiere vivir, Neo se aumirá como un ser completo, en lugar de permanecer partido en dos polos irreconciliables.
    Es en la clandestinidad cuando asoma el verdadero Neo, cuando los ritos del traje de etiqueta ceden paso a una aventura vertiginosa: descubrir qué es la Matrix. Y es esta búsqueda la que lo lleva a duplicar el dilema que se reconoce en Alicia en el país de las maravillas: la exploración de una realidad alternativa que, paradójicamente, imita los problemas de la realidad conocida. Por este motivo, durante esta progresiva inmersión en el mundo de la Matrix, se apelara a la figura de la madriguera, ya que ésta representa el progresivo descenso en el mundo del misterio, en el mundo de lo desconocio pero, también, la oportunidad de hallar respuestas a las incógnitas despertadas.
    En consecuencia, la aventura de Neo se tramará en un progresivo descubrimiento que lo conducirá a inmiscuirse en el meollo de la madriguera y, en esa misma inmersión, descubrir quién realmente es Neo.

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