viernes, 14 de abril de 2017
AVRIL LAVIGNE - VIDEOCLIPS: MOBILE
El viaje, tradicionalmente, ha sido la forma de transformar lo cotidiano en algo extraordinario, porque a través de él se sale de la norma, se atenta contra las reglas, se modifican los dictámenes o los constreñimientos que se enraízan en las costumbres arraigadas. Ninguno de los cánones conocidos queda impoluto después del viaje, porque durante su emprendimiento se los discute, se los confronta y se los trueca por nuevos valores, lo cual, inevitablemente, producirá tensiones, colisiones y enfrentamientos entre los esquemas viejos y los que buscan alzarse por encima de ellos.
Pero, se trata de enfrentamientos tras los que se tendrá que volver a edificar, tras los que se deberá volver a reinventar. Porque, para trazar otros rumbos, primero, se deben resolver los inconvenientes u obstáculos que salían al paso durante el recorrido de los rumbos hollados por la costumbre. En este sentido, el viaje:
-CORRE / DESCORRE
-MOLDEA / DESMOLDA
En ese diálogo entre lo que fue y lo que será, la ruina, los escombros que quedan de tales enfrentamientos se terminarán convirtiendo en la materia prima sobre la que trabajará el viajero para volver a esculpir lo que se destruyó, aunque admitiendo durante el desarrollo de este proceso de reconstrucción, que el resultado de la confrontación debe dar lugar a una nueva fundación que supere la anterior, ya que el viaje se plantea a sí mismo, como un olvido y un encuentro, como un extravío y un hallazgo, o lo que es lo mismo, como una conversión o transformación.
Por este motivo, es que su equivalente se reconoce en la renovación de la piel de la serpiente, esto es, en ese incisivo mudarse para recuperarse, así como en la inevitable disconformidad que terminará conformando lo que antes se percibía como vacío:
-FORMAL
La transmutación, que tiene lugar durante el movimiento que propulsa el viaje, de este modo, va creando continuos corrimientos que ponen en cuestión el modelo que se siguió, así como el camino que se recorrió hasta el momento antes de la evolución que se propulsará a través del cambio. Sin embargo, junto con estos corrimientos, se producirá un reacomodamiento, porque si todo lo que se conoció es lo que se debe dejar atrás, se deberá aceptar, al mismo tiempo, que la pérdida de algo valioso es algo con lo que se tendrá que lidiar durante su la incursión del viaje.
Este, en efecto, es el punto de partida del dilema existencial que se retratará en MOBILE, un corte de difusión que tiene algo grato y algo trágico. Grato porque el viaje se inaugura como una promesa:
El distintivo de HOLLYWOOD funciona como la garantía de realización de esa promesa, de esa ilusión que se explicita en la biografía de LAVIGNE, a saber, convertirse en una artista reconocida. Pero, al mismo tiempo, mientras se anuncia tal realización, mientras los carteles se intercalan uno detrás de otro anunciando una porosa imbricación de giros, desviaciones, atajos o estrechamientos, se construye la idea de un desarraigo que no se está dispuesto a asumir:
La sonrisa de la fortuna, de este modo, llega aparejada con la mueca torcida de una revelación que se emparenta con la irresolución shakespereana:
-SER / NO SER
Porque LAVIGNE es consciente de que para SER, primero debe NO SER. Y esto se explica porque lo que se deja atrás es todo lo que está ligado al afecto, a lo entrañable, a lo que echa raíces, a lo que se trasunta a través del cariño. El intercambio de la realización se plantea, en consecuencia, como una renuncia dolorosa, motivo por el cual la victoria se experimenta, más bien, como una derrota y la consagración, como una apuntación:
Las lágrimas de LAVIGNE tematizan esta contradicción (un éxito que parece, más bien, un fracaso), mientras introducen una cavilación entre:
-VOLVER / REENCONTRAR
-PERMANECER / OLVIDAR
Lo trágico, entonces, está en la asunción de una adolescente que se deberá hacer cargo de una responsabilidad que le compete sólo al adulto, pues LAVIGNE, en ese momento, era muy joven para procesar todo lo que le estaba pasando. Por este motivo, la celeridad de los cambios, así como la vorágine que devora los recuerdos más preciados están allí presentes como los temas constantes del VIDEOCLIP, debido a que será a partir de ellos que se creará una oposición entre:
-EL FUTURO (LO QUE AGUARDA)
-EL PASADO (LO QUE YA PASÓ)
El color funciona como el indicio de esta disquisición temporal, pues se asociará a su presencia la debacle presente por resolver qué se hará y hacia dónde se continuará, y su ausencia a la melancolía por lo que se tuvo y aún se añora con todo el corazón:
La ruta, en este sentido, se presenta como una doble variable, puesto que es un comienzo, así como el punto de partida para llegar al destino que se imaginó, pero también un contrapunto para el progreso, ya que, simultáneamente, admite la posibilidad de regresar y, por lo tanto, desandar todo el camino que se recorrió. Lo cual redunda en el hecho de que MOBILE es, precisamente, lo que indica su nombre, una fuga, un escape o un sortilegio, pero, también, la posibilidad de un reencuentro, un reencuentro que se puede realizar a través de una llamada donde la duda se resolverá o se terminará de perder con ella, todo lo que se abandonó para progresar.
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