martes, 4 de julio de 2017

METALLICA - RIDE THE LIGHTNING: ANÁLISIS II


El tercero de los temas [1], que forma parte de la conflagración que nos propone este álbum, inicia con el tañido de una campana, un tañido que se hace eco de una alarma inquietante. Ésta señala un peligro que se avecina, un peligro que apenas se divisa en el horizonte, pero que, de un momento a otro, engullirá todo aquello que se reconoce con los ojos. Sin embargo, la argucia del tormento se solapa y, mientras la desgracia vedada a los ojos se insinúa como una presencia cada vez más ominosa, poco a poco, cobra vida una catástrofe.
No obstante, nada se nos dice sobre ésta en específico, tampoco sobre los pormenores a través de los que se debaten o debatirán sus damnificados, pero sí sobre su impacto; un impacto que se adivina detrás de cada una de las notas que forman los acordes [2] que preludian la primera estrofa, que es, donde, desde los arrebatos o las imprecaciones de la letra, se nos otorga la primera pista para descifrar cuál será el principio del escenario hostil que se describe instrumentalmente:

Llevó a cabo su lucha sobre la colina un día temprano.
Un frío intenso por dentro.
El grito de un arma de fuego, en su carrera cruzando el gris infinito.

De este modo, la variación del tono que se introduce a partir del movimiento del descendente de los acordes [3], traba la primera relación para darle vida al escenario que se anuncia con la catástrofe y, para el cual, se vuelve a escoger un itinerario bélico:

    -EL POLVO [4]: que forma parte de las diminutas partículas que enturbian el paisaje.
    -LAS BOMBAS: que se anuncian, oyen o, eventualmente, retumban en derredor como la garantía de una muerte segura.
    -LOS DISPAROS: o el fuego cruzado que azota a los cincos soldados que protagonizan la aventura del redescubrimiento de su papel en la guerra.
    -LAS EXPLOSIONES: cuya diferente índole le confiere más confusión al escenario que pone a prueba el temple de los soldados.
    -LOS ESCOMBROS: o lo que quedará luego del enfrentamiento inconcluso que tematiza la letra.
  
    Pero entre el sortilegio que anuncia un bombardeo, que es el prólogo a través del que sobrevuela la devastación que homologa el absurdo, y la pericia de los soldados que se las ingenian para sobrevivir, se desata una serie de eventos imprevistos:

    En la lucha, para ellos está bien, sí, pero, ¿quién lo diría?
    Matar a los hombres de la colina, ¿por qué? No lo saben.

    Entonces, en medio del clamor del duelo que evoca la pelea, en medio del caos que retrata el fuego cruzado, se genera un reconocimiento mutuo y, acaso, la revelación de la intuición, que conlleva entender, que la naturaleza nunca se decanta por la destrucción, por lo que el mandato de matar a otro hombre no tiene ningún fundamento, así como tampoco la guerra, ni el Estado o el gobierno que la justificó.
_______________

[1] La alusión, por supuesto, es FOR WHOM THE BELL TOOLS.
[2] O los machaques, que pueden estar definidos por el PALM MUTE (o técnica de enmudecer el sonido de las cuerdas) y el efecto inarmónico que arroja el uso intensivo de una distorsión algo saturada.
[3] Me refiero a buscar sonidos más graves y, por lo tanto, más oscuros, recorriendo la pala o el diapasón del quinto al primer traste.
[4] Se referencia como una pesada niebla que ciega la visión del horizonte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario