domingo, 16 de julio de 2017
METALLICA - RIDE THE LIGHTNING: CONCLUSIÓN
RIDE THE LIGHTNING dramatiza nuestra imagen moderna y, por lo tanto, más cernada de la MUERTE [1], hasta usufructuar, de la concatenación de notas que profesa el último acorde de las composiciones [2], una sensación homóloga: el hastío y repulsión por la sinrazón o realidad absurda del MUNDO. Pero, lo hace, mientras el histrionismo de las guitarras o verborragia instrumental se pliega como el comentario de la aventura y la desgracia que forma parte del sino trágico [3] de los hombres:
-LA ANONIMIA (O SENSACIÓN DE ABANDONO DEL COLECTIVO): el YO POÉTICO se refracta al contemplarse a sí mismo, como si fuera incapaz de reconocerse en el reflejo que le ofrece su propia mirada.
- LA ALIENACIÓN (O PÉRDIDA DE LA IDENTIDAD COLECTIVA): en varias oportunidades se insiste o hiperboliza la idea de la incomunicación y de la soledad que se abriga entre la muchedumbre [4] de la CIUDAD.
-LA GUERRA (O INSTAURACIÓN DE LO ABSURDO COMO MEDIACIÓN): la pérdida, que trae a colación el conflicto bélico, se realza a partir de la ironía de su fundamento irracional. Tal es el caso de su disparate o atropello, que los actores que participan en él no tienen la menor idea de por qué o por quién pelean.
-LA PANDEMIA (O EPIDEMIA DE VIOLENCIA): aparece como un corolario de la falta de diálogo o instauración del silencio frente al conflicto, lo cual degenera pronto en violencia y ésta, a su vez, en el ABSURDO.
De este modo, el apunte o adelanto de un fatídico desenlace se corrobora como un resultado lógico y/o esperable. Sin embargo, en ningún momento se celebra los triunfos de la MUERTE, ni tampoco se la execra o vitupera, sólo se la referencia y, al hacerlo, se la conjura; acaso, porque se teme que su nombre se insinúe más allá de la pesadilla, acaso porque se intuye que su terrible reino puede extenderse sobre la extraña amalgama de graba y concreto que pende de un hilo de cordura: la SOCIEDAD.
Pero si se le permitiera asumir tal ABSURDO o si, por casualidad, se le concediera dar rienda suelta al impulso [5] secreto que gobierna una parte de la naturaleza los hombres, entonces, la MUERTE daría paso al arbitrio del CAOS y su volición se convertiría en un acto de impiedad absoluto, del mismo modo en que la soledad u ostracismo a la que se condena a la especie niega la naturaleza del hombre al impedirle refugiarse en el contacto y el vínculo humano que se trama alrededor del cariño y la comprensión. En otras palabras, lo que se logra a través de:
-EL DIÁLOGO: que es la primera forma en que se enuncia el contacto o la necesidad de establecer una relación con otra persona.
Por lo que, si esto ocurriera, si el SILENCIO se convirtiera en la moneda que interviene en la mediación de los intercambios de la palabra, la contradicción que rige el impulso primitivo de la especie: destruirse dentro de los alcances del dique imaginario creado [6] para asegurar su egoísta supervivencia; finalmente estallaría con el aliento de un estropicio final e irreductible homologable a una torpe faena: presionar un botón o lanzar una bomba. La explosión, no obstante, no sería el espejo de una sociedad donde la anonimia reina, sino donde el ABSURDO que instaló la violencia sepultó su cuestionamiento, mientras enaltecía el nombre de un YO egoísta.
La lectura pesimista de METALLICA, no obstante, no es una advertencia, ni siquiera una amonestación, sino la terrible constatación de un destino que parece no querer evitarse.
_______________
[1] Los temas que emplea la banda para aludir a ella son: la PENA DE MUERTE, la SOLEDAD, la INCOMPRENSIÓN y la GUERRA.
[2] Probablemente los mejores ejemplos de ellas y su histrionismo, se encuentren en las melodías y bases rítmicas de FOR WHOM THE BELL TOLLS, FADE TO BLACK y THE CALL OF KTULU.
[3] De EDIPO en adelante, la humanidad parece rehuir de su felicidad, hallando en la miseria una realidad más palpable o creíble que la alegría.
[4] O conglomerado de personas sin identidad y/o propósito.
[5] SIGMUND FREUD describe a esta pulsión como una pulsión destructiva o de muerte. No es casual que, por este motivo, la denomine con el mismo nombre que ostentó el dios de la muerte griego: TÁNATOS.
[6] La sociedad, en un sentido figurado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario