viernes, 24 de julio de 2015
Quién no ve, ni escuha, ni habla en 'The Ring'
El duelo que se escenifica tras la repentina muerte de Katie, descubre el mundo íntimo que Aidan mantenía en secreto, pero, también, la ausencia de Rachel durante su crianza. Rachel, al igual que Noah, desconoce a su hijo, ya que se perdió gran parte de su infancia. Pero, mientras Noah infringe su vínculo como padre por su alevosa ausencia material, Rachel incumple con Aidan en un sentido más bien abstracto, pues nunca estuvo para él, a pesar de haber estado, paradójicamente, al lado de él.
La falla de Rachel es de carácter espiritual, algo así como una presencia que no es del todo una presencia, y que, por lo tanto, no conforta ni contiene cuando es necesario. Es decir, Rachel estuvo para Aidan, pero no vio, ni escuchó, ni habló sobre lo que necesitaba realmente Aidan. La incomunicación es la brecha que Rachel, como madre, no supo, quiso o estuvo dispuesta a superar.
En los intersticios de este desarraigo materno involuntario – ya que, en realidad, desea estar junto a su madre –, Aidan reconstruye una imagen endeble de la familia que se le negó a través de la figura de su prima, ¿acaso una suerte de segunda madre para él?, ¿el duplicado que suple la ausencia del afecto materno? La fotografía que delata esta situación, no puede ser más elocuente: vemos a Katie abrazando a Aidan mientras este se hamaca.
Cuando Aidan sube a la habitación de Katie, lo veremos observando detenidamente una fotografía en la que Rachel luego se detendrá. Sin embargo, por encima de este detalle sobresale otro detalle más: la estatuilla de Los tres monos sabios. La anécdota que rodea a la escultura original del santuario de Toshogu, donde se distingue el rol de estos emblemáticos personajes (Mizaru, Kikazaru e Iwazaru, respectivamente significan ‘no ver’, ‘no oír’ y ‘no decir’), nos retrotrae a un planteo básicamente moral: ¿qué es lo que Rachel no vio, escuchó o dijo?
A Aidan no sólo le falta un padre, sino también una madre, y esto es algo que se intenta dejar claro durante el velorio que se organiza en la casa de Ruth Embry, la hermana de Rachel. Pero, en el duelo que tiene lugar durante la conmemoración de Katie, se intentará poner en evidencia la cuota de culpa que le corresponde a los adultos por la pérdida de ésta, debido a que la ignorancia de cómo funciona el mundo de los niños (y también de los adolescentes) crea la posibilidad imprevisible de un desenlace trágico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario