domingo, 23 de noviembre de 2014

¿Cómo asentar datos bibliográficos de manera correcta?



Los trabajos monográficos y sus derivados cumplimentan una serie de normas para asentar los datos bibliográficos de los textos abordados durante los análisis que se consignan dentro de los mismos trabajos.
    Estas normas fueron implementadas, sobre todo, para crear un lazo de solidaridad entre los investigadores, de manera tal que sus fuentes no se conviertan en una referencia aislada, sino en algo que pueda ser compartido, revisado, discutido o, incluso, cuestionado; pues, la investigación, supone un trabajo que se pone en circulación para elucidar un fenómeno que, como suele ocurrir con el resto de las faenas humanas, admite más de una mirada.
    Sin embargo, tanto dentro del ámbito escolar, como terciario o universitario, al menos dentro las incumbencias que competen a los alumnos, los trabajos monográficos y sus derivados se convierten en el ejercicio programático de una destreza: la habilidad de leer bien un texto y poder dar cuenta de los datos de este.

    ¿Por dónde empezar?

    Hoy se suele más o menos acordar en que un dato bibliográfico se debe volcar respetando los siguientes puntos:
    1)    Consignando, en primer lugar, el apellido y el nombre del autor del texto trabajado. En el caso de que hubiera más de un autor, se procederá de la misma forma pero separándolos con comas y agregando el coordinante copulativo correspondiente, la confiable ‘y’ que nos delegó el mundo griego.
    2)    A continuación se agrega, entre paréntesis, el año de la edición del texto manejado para la ocasión que nos conmina para esta, debo reconocer, puntillosa tarea. Este dato solía colocarse recién al final, sin embargo, en sus sucesivas revisiones, se simplificó para volverlo más visible [1].
    3)    Luego se coloca el nombre del texto manejado teniendo en cuenta que:

          . Si se tratara de un libro de cuentos, se consigna primero entre comillas el nombre del cuento y, a continuación el nombre propiamente dicho del libro de cuentos, en cursiva, antecedido, valga la redundancia, por la preposición ‘en’.
          . Si se tratara de una colección de cuentos de varios autores se colocará no el nombre del autor del cuento al principio, sino el del compilador de esa colección aclarando entre paréntesis su función: (Comp.). El resto de los datos se consigna igual que en el punto anterior, teniendo en cuenta que el nombre de la compilación diferirá del libro de cuentos original del autor citado.
          . Si se tratara de un artículo, un ensayo o compilaciones de la misma índole, se procederá de la misma manera que en los puntos anteriores, a saber, diferenciando si se trata de un libro que reúne artículos o ensayos de un mismo autor, o si se tratará de compilaciones de artículos o ensayos de dicho autor.

    4)    Finalmente se agrega el nombre de la ciudad donde se emitió el texto y el nombre de la editorial responsable de su publicación.
    5)    Por último, no se debe olvidar que la bibliografía se asienta en una hoja aparte que se intitula con el mismo y llano nombre de ‘Bibliografía’, sin el entrecomillado, y que se respeta un orden alfabético para colocar a los autores.

    Algunos ejemplos
 
    - Bioy Casares, Adolfo (2013). La invención de Morel. Buenos Aires. Booket. 

    - Borges, Jorge Luis (1997). “There are more things” en El libro de arena. Buenos Aires. Emecé.


    - Defoe, Daniel (2005). Robinson Crusoe. España. La maison de l’écriture.


    - Homero (2005). Ilíada. Buenos Aires. Losada.
         



[1] Al escoger este modo de consignar los datos, la mención primera de cualquiera de los autores tratados debe respetar una explicitación homóloga, es decir, se debe agregar al lado del nombre completo del autor, el año de la edición del texto que se está usando. 

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